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La asertividad: un desafío personal

por | Mar 28, 2022 | Trends | 0 Comentarios

El significado de asertividad según la Real Academia Española (RAE) es: «Expresar su opinión de manera firme.»

La asertividad se define como la habilidad que permite a las personas expresar de la manera adecuada, sin hostilidad ni agresividad, sus emociones frente a otra persona. Las personas que poseen esta cualidad expresan de manera directa y adecuada sus opiniones y sentimientos, tanto positivos como negativos.

¿Qué es ser asertivo o asertiva?

Un asertivo o asertiva es el individuo que al comunicarse usa de esta cualidad para interrelacionarse con otras personas, en una conducta basada en el respeto hacia si mismo, como hacia los demás. Esto implica comprometerse con los derechos de todos y todas, ser capaz de dialogar en la diferencia y tener la intención de llegar a acuerdos.

¿Cuál es el perfil de una persona asertiva?

Si bien puede haber algunas diferencias entre los estudiosos de la personalidad, existen algunos rasgos que nos permiten reconocer a las personas que cuentan con esta cualidad, tan demandada actualmente. Conozcamos algunas de ellas.

  1. Una persona asertiva, siempre disfruta relacionarse con los otros, desechando la sensación de amenaza al momento de comunicarse con los demás.
  2. Poseen una autoestima adecuada a su persona.
  3. Se comunican, siempre en primera persona, entregando su opinión en forma responsable e individual. (Yo digo, pienso o creo…No usa el me contaron que…)
  4. Son personas que emiten críticas responsables y también las aceptan, ambas desde el respeto mutuo.
  5. Dicen No, cuando deben decir no y por sobre todo saben cómo decir No.
  6. Son capaces de expresar, sin temor, lo que sienten en el momento, independiente si es negativo o positivo lo que deben decir.
  7. Utilizan la comunicación verbal y no verbal adecuadamente, sin ser agresivos, pero siendo firmes.
  8. No usan muletillas o modismos, que impidan una fluidez en lo que dicen, usando, además, un tono adecuado para expresarse.
  9. Tienen un gran respeto por toda persona, independiente de su condición social, religión, principios políticos, raza, etc., exigiendo el mismo trato consigo mismo.
  10. Una de las características más destacadas del los asertivos es que siempre está dispuesto al diálogo y al encontrar puntos de acuerdo con los otros.
  11. Y, por último, los asertivos expresan sus opiniones sin miedos y con total libertad basada en el respeto mutuo.

En la universidad, espacio donde los jóvenes ponen en práctica gran parte de lo aprendido en sus respectivas familias y lugares de estudio, es el lugar donde se debe generar un ambiente en que se desarrollen las capacidades sociales, el respeto, la autoestima, alcanzar el equilibrio social para los demás y por si mismo; la asertividad, es el punto clave entre los comportamientos socialmente aceptados por la comunidad civilizada y aquellos comportamientos que se salen de la norma social y se convierten en conductas de alto riesgo, rechazadas por la colectividad.

El defender nuestra opiniones, creencias, principios e ideas, implica un ejercicio de respeto, al exponérselas a los demás y, ciertamente, una actitud similar cuando los otros no están de acuerdo e incluso expresan sus críticas ante nuestra dichos. Esto permite establecer límites claros, mejorar, sin lugar a dudas, la comunicación, respetando el espacio de los otros, siempre en un acto recíproco de tolerancia y consideración entre todos y todas.

¿Cómo desarrollar la asertividad y no rendirse en el intento?

Como todo esfuerzo, demandará persistencia y mucha energía. Es trabajo debe ser constante y permanente en el tiempo, de nada sirve tratar con deferencia y aprecio a nuestros compañero y profesores un día y, al siguiente, tener una actitud osca y poco sociable, gritarles y vociferar, sin razón.

Algunas recomendaciones para lograr tu objetivo:

Reglas: la relaciones con las personas deben ser, siempre, claras (compañeros, profesores, otros) y que todos conozcan estas normas. Y de la misma forma estar al tanto de cuales son las consecuencias de no cumplir dichas normas. El establecer límites claros en las relaciones, formales como informales, es necesario para un buen trato.

Nunca ser agresivos: esto implica no actuar ni psicológica, ni físicamente, con una actitud que denote amenaza para el otro y otra. Es decir, subir el tono en una discusión, responder en forma exagerada, molestar o reírse de una opinión u otra actitud que degrade a nuestro interlocutor.

Expresar emociones: es importante identifica nuestras emociones y la de los otros, ser empático en otras palabras. Siempre reconocer que toda emoción es valida y que mientras se demuestren con respeto, deben ser aceptadas por los demás.

Estar dispuesto a escuchar: esto no significa solo oír pasivamente, sino, por el contrario, escuchar de forma activa, todo lo que el otro desee expresar y si se te permite expresar tu opinión.

Qué hacer si se presentan conflictos: lo más probable es que, en algún momento, te encuentres en una situación conflictiva, sin embargo, esto no implica una respuesta agresiva, por el contrario, el ser asertivo implica resolver los problemas sin agresiones, negociando opiniones, estableciendo acuerdos mínimos que nos permitan superar el impase. No involucrar a otros sino es necesario.

Ser respetuoso: Este el aspecto más importante de ser asertivo. Éste deber ser, con los otros que no conozco, con los que conozco y por supuesto conmigo.

Estos son algunos de los pasos que puedes seguir. Con el tiempo y la experiencia, seguro descubrirás otros.

Siempre es agradable conversar y que disfruten y disfrutar de las experiencias vividas, expresar mis opiniones y mis emociones, esto nos hará conscientes de nuestro rol en el grupo y nuestra sociedad, permitiéndonos construir una comunidad desde mi experiencia individual y colectiva, basado en el respeto mutuo y aprecio por los otros.

La asertividad permite que desarrollemos seguridad en nosotros, ser capaces de entregar opiniones sin temor al ridículo, alcanzar un buen concepto y autoestima de si mismo, tener mayor autonomía en nuestra vida diaria, respeto  y estima por las opiniones de los demás, valorándolas en su medida justa, ser tolerante a las frustraciones por que aprendemos a regular las misma, desarrollar destrezas para superarlas y ser capaces de enfrentar los obstáculos en nuestra vida de una forma más efectiva, práctica y positiva.